La apicectomía es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es suprimir una infección que afecta a la raíz de una pieza bucal y a los tejidos lindantes. Esta clase de cirugía se efectúa solamente si han fracasado otros tratamientos (endodoncia), si es imposible acceder al ápice (extremo final) de la raíz, si existen falsos conductos en el diente o si alguno de estos se ha fracturado y se ha quedado algún instrumento de los que se emplean en la endodoncia. La apicectomía consiste en abrir la encía en la zona cercana a la pieza bucal perjudicada por la infección con el fin de extraer la punta de la raíz perjudicada (ápice) y los tejidos perjudicados. Hecho esto, se sella el conducto radicular con una substancia llamada material trióxido agregado (MTA) y se cose la herida.

¿En qué momento se efectúa una apicectomía?

  • Procesos agudos ya que sangra en demasía y hace deficiente la anestesia local.
  • Si se ha destruido el hueso, alcanzando la zona media de la raíz.
  • En el caso de destrucción masiva de la porción radicular.
  • Si la zona perjudicada está muy cercana al seno maxilar.

Procedimiento de Apicectomía

La cirugía del conducto radicular se efectúa por norma general con anestesia local, como una inyección adormecedora, a fin de que no sienta ningún dolor. Para iniciar, se hace una pequeña incisión en la encía, y se expone la infección en el extremo de la raíz del diente. Se extrae entonces el tejido inficionado, así como unos pocos milímetros de la punta de la raíz misma. Puede emplearse una tintura a fin de que se vean con sencillez las fisuras o fracturas, y si se descubre que el diente está fracturado, podría ser mejor extraerlo en ese instante en vez de acabar con la apicectomía. Ahora se emplean un microscopio y luz para examinar los enanos conductos. Se limpian con un instrumento ultrasónico, entonces se rellenan con material inerte y se sellan con un pequeño empaste. Para acabar el procedimiento, se puede poner un pequeño injerto óseo en el lugar perjudicado, y después se cierra la encía que cubre la raíz con sutura. Asimismo pueden tomarse radiografías conforme se aproxima el final del procedimiento. Después se le dan instrucciones de cuidados blog post operatorios, y se va a casa. La mayor parte de las apicectomías duran entre treinta y noventa minutos, más o menos. Tras el procedimiento, puede tener cierta hinchazón y dolor en el sitio tratado. En general todo cuanto se precisa para supervisar las posibles molestias son fármacos antinflamatorios no esteroidales de venta libre (como el ibuprofeno). Probablemente regrese a sus actividades normales al día después, mas le convendrá eludir comer comestibles duros o crujientes y cepillarse con vigor a lo largo de varios días. Si sus suturas no son solubles, se le solicitará que regrese a la consulta en torno a una semana a fin de que se las quiten.

La Meta: Salvar su Diente

Si bien la apicectomía generalmente es un procedimiento seguro y eficiente, todo género de cirugía menor acarrea determinados peligros leves. Por eso no se aconsejan salvo que los retratamientos de conducto hayan sido ineficaces. Una opción alternativa en la mayor parte de los casos sería la extracción del diente. No obstante, nuestra meta como dentistas es asistirlo a preservar sus dientes naturales tanto como resulte posible. Aunque existen geniales métodos de remplazo de dientes (como los implantes), implican más tratamientos y de mayor dificultad, que además de esto pueden ser costosos. La apicectomía por norma general es una solución permanente, eficiente y parcialmente de bajo costo, que ayuda a que el diente dure por el resto de su vida.

¿Pues podría precisar una apicectomía?

Podrían haber múltiples razones, entre otras muchas que un conducto esté obstruido o sea inalcanzable, una irregularidad anatómica o una fractura o grieta en las raíces del diente. Se aconseja este procedimiento en general una vez que se han intentado uno o más tratamientos de conducto y han fracasado. Como esta clase de inconveniente acostumbra a generarse cerca del ápice de la raíz, el procedimiento en muchas ocasiones es una forma eficiente de tratar una infección persistente.

Casos clínicos en los que se hace precisa la apicectomía

Aparte del mentado descalabro de una endodoncia, esta intervención quirúrgica asimismo está indicada en piezas bucales que presentan curvaturas que vuelven inalcanzable el ápice, en dientes que presentan falsos conductos, en procesos de infección aguda, en casos de destrucción masiva de la porción radicular, como en las ocasiones en las que se ha destruido el hueso o la zona afecta está muy cercana al seno maxilar. La prevención es siempre y en todo momento la mejor arma para eludir cualquier proceso infeccioso. Solicita cita con tu dentista de confianza en Mahón y alardea de sonrisa. Juntos cuidamos tu salud bucodental.