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Las caries son uno de los problemas de salud bucodental más frecuentes entre la población general. La caries  se inicia generalmente a nivel del esmalte dental o del cemento que cubre la raíz del diente cuando la encía se ha retraído. En el caso de que la caries progrese, afectará a la dentina (tejido del diente debajo del esmalte) e incluso llegar al nervio del diente. Al principio pueden sentirse molestias al beber o comer alimentos dulces y / o fríos, y más adelante también con calientes. Si sigue evolucionando llegará a causar dolor (odontalgia) e incluso, en ocasiones, puede asociarse con la aparición de flemones.

Estos problemas bucales se pueden presentar de dos maneras, la primera es la formación de agujeros en la superficie que se usa para morder de la parte visible y esmaltada del diente, producto de los ácidos que libera la actividad de la placa bacteriana.

Este tipo de caries afecta a cualquier pieza dental, sin embargo los primeros y segundos molares son las piezas más frecuentes que han sufrido esta condición.

El segundo tipo de caries que se presenta cuando llegan a la raíz del diente. Estos casos los dentistas lo denominan como caries radicular.

Las personas con algún tipo de enfermedad periodontal (ya sea gingivitis o periodontitis) tienen más riesgo de contraer este tipo de caries , ya que la destrucción del tejido periodontal expone las raíces de los dientes. Esto hace que las personas mayores, el grupo de edad más propenso a los problemas de encías, tengan un riesgo mayor de sufrir caries radicular.

 

¿Qué tratamiento recibe la caries radicular?

Las raíces dentales son especialmente vulnerables a las bacterias de la placa porque tienen menos esmalte que las coronas que sostienen. Esto hace que la infección pueda avanzar rápidamente y afectar a las capas internas y más sensibles del diente (dentina y pulpa).

Una de las principales soluciones que se le suele dar a la caries radicular es la endodoncia. En este proceso lo que se hace es insensibilizar el diente o quitarle el nervio de sus raíces, y hacer un relleno que permite devolver la firmeza a la pieza dental.

No obstante, cuando la caries ya está muy avanzada, lo que se suele hacer es extraer el diente afectado y poner un implante.

Ahora, cuando la caries apenas comienza, lo que se hace es hacer una limpieza profunda del diente, eliminando las bacterias. En este caso, lo mejor que puede hacer el paciente es mantener una buena higiene oral, para que la caries no avance y sus dientes se mantengan sanos y fuertes.

De igual manera, se recomienda que el paciente acuda con frecuencia al odontólogo para que éste mantenga en orden el estado de sus dientes, y sea de ayuda a la hora de controlar todo tipo de infecciones.

Cómo prevenir la caries radicular

Cepillarse los dientes después de cada comida y el uso diario de hilo dental son fundamentales para prevenir la caries en cualquiera de sus formas. También pueden ser recomendables los enjuagues con flúor, especialmente las personas mayores, que, como ya hemos comentado, tienen mayor riesgo de desarrollar este problema.

Es importante tener presente que siempre, cuando hablamos de salud dental, la prevención es casi equivalente a la curación. Por eso, con mantener hábitos correctos de prevención e higiene es posible evitar cualquier tipo de problema o complicación.

Por ello los expertos recomiendan que mantener una dieta equilibrada, que sea limitada en la ingesta de dulces y refrescos. Además, sugiero masticar chicles sin azúcar ya que estos pueden ayudar a prevenir las caries.

Además, el uso de tratamientos con flúor es deseable así como la colocación de selladores de fisuras en la boca o los dientes para tapar las zonas retentivas de bacterias en los dientes posteriores, con el objetivo de prevenir la caries.

Además, los odontólogos recomiendan identificar y tratar ciertas enfermedades, como la anorexia nerviosa, la bulimia o el reflujo gastroesofágico.

 

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