El cepillado de los dientes y el uso de hilo dental  son unas de las partes de mayor importancia dentro de la higiene y el cuidado personal. Es por esta razón que la mayoría de los odontólogos nos recomiendan utilizar éstos al menos tres veces al día, después de cada comida.

Por esta razón desde la Guía Dental Mexicali te recomendamos que, si vas a comprarte un nuevo cepillo de dientes verifiques la gran variedad  y escojas la opción que más se adapta a tus gustos y necesidades. Es muy importante que se tenga en cuenta que persona tienes una condiciones específica por lo que los requerimientos pueden variar entre unos y otros.

Diferencias entre los cepillos dentales

No hay evidencia clara que un tipo en particular de cepillo sea superior a otro cepillo con respecto a la eliminación de placa dental y a la prevención de la gingivitis y de las posibles caries. El efecto reductor de la placa de los cepillos duros con respecto a los blandos es  un tema muy tratado por los profesionales del sector pero no se ponen de acuerdo, y algunos prefieren el de tipo duro, mientras que otros no  encuentran  diferencia.

No hay diferencia en el potencial abrasivo entre los cepillos de nylon o de cerdas naturales o con respecto a la dureza de las mismas, dado que los cepillos dentales no tienen ninguna acción abrasiva sobre la superficie dentaria.

La abrasividad depende de los dentífricos utilizados sobre el cepillo. En el momento actual los cepillos más ampliamente recomendados son los de multipenachos, de filamentos de nylon blandos, con un diámetro de 0,18 mm a 0,23 mm y puntas bien terminadas. Sin embargo, también se puede mantener una excelente higiene oral sin efectos colaterales dañinos con cepillos de dureza mediana o duros cuando se emplean técnicas adecuadas.

Tipos de cepillos de dientes

Entre la gran variedad de cepillos dentales que se pueden conseguir en el mercado destacan los siguientes

¿Qué aspectos hay que tener en cuenta al escoger un cepillo dental?

De no hacerlo, corremos el riesgo de dañar el tejido de nuestras encías, por no hablar de los gérmenes que se pueden ir acumulando en su estructura con el paso del tiempo. Unos 3-4 meses puede ser un tiempo prudencial y recomendado para, en circunstancias normales, tirar el cepillo a la basura y cambiarlo por otro.