Cuando charlamos de géneros de mordida hablamos de la manera del cierre que tienen los dientes superiores e inferiores cuando se cierra la boca. Los dientes deben encajar de manera perfecta, más las articulaciones asimismo. Cuando el cierre no es como habría de ser, hablamos de una maloclusión.
La maloclusión debe corregirse acudiendo a un ortodontista, ya que, si no se solventa, puede incurrir en consecuencias estéticas de suma importancia, cefalea, audición deficiente o trastornos digestibles.
Tipos de mordida con maloclusión
CLASE I
Quiere decir que el canino inferior muerde (tres-4mm) por delante del canino superior, esta es la mordida adecuada donde encajan los dientes con perfección tal y como si fuesen una cremallera.
CLASE II
La quijada muerde más atrás de donde debe morder. El canino inferior no está 3mm por delante de la superior, está justo por debajo o muy por detrás. Se puede corregir con brackets, avance mandibular protésico, extracciones o cirugía ortognática. La mordida es inestable y traumática.
CLASE III
Es cuando la quijada muerde más adelante de donde debe morder. El canino inferior está a más de 3mm por delante de la superior. Se puede solventar bien vía brackets o con cirugía.
MORDIDA CRUZADA
Los dientes inferiores se sobreponen sobre los dientes superiores. Podemos destacar que la mordida cruzada en los dientes precedentes hace que la barbilla sobresalga. El tratamiento más indicado es la ortodoncia. Existen dos géneros de mordidas cruzadas, precedente y siguiente.
MORDIDA ABIERTA
Los dientes superiores e inferiores no consiguen unirse debido al contacto entre los dientes siguientes. Puede estar ocasionada por factores hereditarios o ciertos hábitos, como hacer presión con la lengua, chuparse el pulgar o morder lápices… El tratamiento indicado es la ortodoncia conjuntada con cirugía ortognática en ciertos casos.
BORDE A BORDE
Se estima que un paciente presenta mordida borde a borde precedente cuando los bordes incisales de los dientes precedentes superiores quedan en contacto con los borde de los dientes precedentes inferiores. Al generarse esta clase de mal oclusión, una de las consecuencias que se van a presentar es la del desgaste del esmalte dental de los dientes, lo que hace que se produzcan perturbaciones en la estética del diente, como sensibilidades bucales a los cambios térmicos (comestibles fríos o ácidos) que se producen por este desgaste. Generalmente este género de oclusiones están relacionados con casos de Mal oclusiones clase III bucal o prognatismos mandibulares.
SOBREMORDIDA
Es un inconveniente de oclusión que presentan los pacientes cuyos dientes precedentes de la arcada superior exceden en la mordida más de la mitad en altura de los dientes inferiores. En los pacientes con sobremordida, los dientes precedentes (frontales) del maxilar pueden llegar aun a tapar por completo a los de la quijada.
RESALTE
Desde una vista lateral, definimos resalte como la distancia online recta desde los dientes inferiores hasta los dientes superiores. Por norma general esta distancia ha de ser igual o menor a 2mm.
El Tratamiento en pequeños puede ser preciso un aparato funcional en adolescentes va a ser preciso un aparato funcional u ortodoncia y en adultos ortodoncia o cirugía ortognatica.
Crear un ambiente “sin mordidas”
Sin importar un mínimo si piensa que ha conseguido avances con el hábito de morder de su hijo o si esta labor prosigue, es esencial establecer una cultura de tolerancia cero en el hogar, la guardería y en otro sitio.
Ahora, hallará ciertas formas de hacer que su hijo vuelva a encarrilarse:
- Sea coherente. Haga cumplir la regla de “No morder” en todo instante.
- Use refuerzos positivos. En vez de premiar las acciones negativas con su atención, tómese el trabajo de encomiar a su hijo cuando se porte bien. Esto puede asistir a que su hijo no muerda.
- Planifique las cosas anticipadamente. Los pequeños pequeños seguramente se sientan más cómodos y no sientan necesidad de morder si saben qué aguardar en situaciones nuevas o con mucha energía. Si las mordidas ocurren en la guardería, dígale a su hijo lo que espera ya antes de llegar. Si los entornos más extensos y embrollados semejan agobiar a su hijo, tal vez sea recomendable que lo lleve a un sitio más pequeño.
- Busque opciones alternativas. Conforme su hijo desarrolle las habilidades del lenguaje, puede asistirlo a hallar mejores formas de expresar las emociones negativas. Por poner un ejemplo, solicitarles a los pequeños que “empleen las palabras” cuando se sientan frustrados o molestos puede asistir a aliviarlos. Si precisa ayuda, un médico, sicólogo o especialista en conducta puede dialogar con sobre formas de enseñarle a su hijo a enfrentar las emociones fuertes y expresar sus sentimientos de forma saludable.
Gestos habituales que hacemos a diario y que dañan nuestros dientes
- Morder objetos duros
Existen multitud de objetos rutinarios que con frecuencia mordemos de forma prácticamente inconsciente. Hábitos perjudiciales como morder objetos, lapiceros, bolis, las uñas o palillos de madera, pueden llegar a provocar pequeñas grietas o fracturas, como promover al desgaste de nuestros dientes, aun pueden llegar a dañar con seriedad la sensibilidad bucal.
- Emplear los dientes como herramientas
Recortar cinta adhesiva o un hilo, abrir envoltorios o desenroscar los tapones de las botellas con los dientes… ¿quién no lo ha hecho alguna vez? En ocasiones utilizamos nuestros dientes como herramientas sin ser totalmente siendo conscientes de que es un hábito que puede fracturarlos y gastarlos. Evitemos dañar nuestros dientes de forma eventual recurriendo a las herramientas convenientes.
- Abusar de las Bebidas Carbonatadas con azúcar
Esta clase de refrescos y bebidas acostumbran a contener una alta dosis de azúcar, y singularmente de ácidos (cítrico, fosfórico, tartárico y/o carbónico), que con el tiempo pueden llegar a desgastan la capa protectora de los dientes.
Es por este motivo, que su consumo frecuente puede acarrear a la pérdida de esmalte, una mayor exposición de la dentina y incremento de la sensibilidad bucal, aparte de promover la aparición de las temidas caries, entre otras muchas infecciones bucales.
- Tomar demasiado café y ciertos géneros de té
Bebidas como el café y el té, a los que tan habituados estamos y que hoy en día son una enorme tendencia en consumo, debido a todas y cada una de las novedosas formas de consumirlos, pueden manchar nuestros dientes. Por fortuna, una conveniente higiene bucal puede solventar este inconveniente.
- Cepillarte los dientes justo después de comer
Si bien parezca extraño, no es conveniente lavarse los dientes inmediatamente después de comer. Semeja lógico meditar que el mejor instante para cepillarse los dientes es tras comer, mas es una idea equivocada por una esencial razón:
tras comer o tomar el pH de la boca reduce y aumenta el nivel de acidez, y si nos cepillamos, lo que hacemos es frotar el ácido en los dientes y diseminarlo por la boca. Al contrario, si nos cepillamos los dientes pasados treinta minutos vamos a dar tiempo a que la saliva reduzca la acidez de los comestibles, sin frotar estas substancias contra nuestros dientes.
- No mudar el cepillo dental frecuentemente
No hay que aguardar a que el cepillo dental se desgate, en verdad lo aconsejable sería mudarlo por lo menos cada tres meses. El motivo primordial es que, tras este tiempo, su eficiencia para suprimir la placa y los restos de comestibles de los dientes y encías es menor, además de esto, el desarrollo bacteriano en un largo plazo sobre los cepillos dentales puede ser perjudicial para la salud oral.
- Usar una pasta bucal inapropiada
Tan esencial como mudar el cepillo dental frecuentemente es asimismo la elección de la pasta bucal más conveniente.
Debemos tomar en consideración que ciertos dentífricos son tan abrasivos que pueden llegar a dañar el esmalte. En el momento de seleccionar nuestra pasta dentífrica, es conveniente escoger aquellas que lleven flúor, un componente principal para sostener a raya a todas y cada una aquellas bacterias que el cepillo dental no puede suprimir.