cirugia_preprotesica
La vestibuloplastia es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es corregir la altura de los vestíbulos bucales, esto es, del espacio que hay entre el labio y la encía, con el fin de acomodarlo para la colocación de una prótesis removible, por lo general completa. La pérdida de los dientes conlleva la reabsorción de lo que tiene por nombre reborde residual y que está constituido por una protuberancia que se forma al cicatrizar el tejido que había en torno al diente. Es un proceso crónico, por lo que la reabsorción es siempre y en toda circunstancia y en todo instante progresiva e irreversible, e implica además pérdida ósea del maxilar. De ahí que en muchas ocasiones las personas que llevan prótesis bucales removibles se sientan incómodos por el hecho de que esta se mueve tanto al conversar como al comer. Lo normal es amoldar la prótesis a las nuevas condiciones de la estructura de soporte, mas en ocasiones se hace precisa una vestibuloplastia para crear un soporte recomendable para poder llevar la prótesis y que esta prosiga fija. También puede requerirse una intervención quirúrgica de esta clase para la colocación de una primera prótesis. El propósito de la vestibuloplastia es aumentar el volumen del reborde o profundizar el vestíbulo con la meta de que la prótesis tenga una mayor superficie de apoyo y pueda tener un soporte de encaje estable que impida cualquier movimiento de la prótesis bucal, durante un periodo lo más extenso posible. La técnica quirúrgica deberá amoldarse a las particularidades de cada paciente. Sin embargo, como ocurre con cualquier intervención quirúrgica, la vestibuloplastia no está exenta de contrariedades y pueden producirse hematomas, hemorragias, lesiones en algún nervio o parestesia (sensación de entumecimiento y hormigueo).

¿Cuáles son los síntomas de la vestibuloplastia?

El paciente refiere incomodidad para llevar una prótesis removible, en general completa, ya que se le mueve al dialogar o al comer. ¿Cuál es la técnica recomendable para realizar el procedimiento? Una historia completa y una exploración minuciosa son esenciales para conseguir un buen diagnóstico. Resulta necesario realizar previamente una ortopantomografía. Las diferentes técnicas quirúrgicas tratan de conseguir una mayor profundidad en el vestíbulo. Las más utilizadas son:

Profundización vestibular submucosa

  • Vestibuloplastia con epitelización secundaria
  • Vestibuloplastia con injerto cutáneo o mucoso
  • Corrección de la altura del suelo bucal
  • Profundización de los vestíbulos de la boca y lengua

¿Qué contrariedades pueden aparecer?

Las contrariedades que pueden aparecer ante cualquier vestibuloplastia son:
  • Hematomas
  • Equimosis
  • Hemorragias
  • Lesiones inquietas
  • Parestesias
  • Recidivas de las intervenciones quirúrgicas

Profundización del vestíbulo

Para solucionar este inconveniente es posible realizar una intervención quirúrgica llamada “Profundización de vestíbulo” la que está dirigida a lograr aumentar la cresta alveolar que va a dar soporte a la prótesis, esta intervención puede ser realizada por medio de múltiples técnicas, las que son:
  • Vestibuloplastía submucosa
  • Colgajo de Transposición labial
  • Injerto de piel Parcial
  • Injerto de mucosa palatina.
Cualquiera de estas técnicas es realizada bajo anestesia local y puede ser acompañada de sedación oral o consciente, por lo que el paciente no sentirá dolor durante la intervención. La vestibuloplastía submucosa, consiste en aumentar la profundidad del atravieso vestibular a través de la tunelización y suspensión de los tejidos blandos de la cresta alveolar. Esta técnica se apunta cuando la altura ósea es recomendable más la inserción de músculos y mucosa es muy próxima. Se realiza una incisión mucosa horizontal en la línea media del maxilar y se realiza una disección sobre el periostio con tijeras. Entonces la mucosa se fija en una situación más alta inmovilizándola con la prótesis y suspensiones alámbricas. Otra técnica es el colgajo de transposición labial, el que es aplicable solo en el campo precedente de la cresta alveolar y consiste en realizar una incisión paralela a la cresta alveolar y 3 a 4 centímetros de distancia de la mucosa del labio, se separa el tejido mucoso y se reposiciona en el fondo del vestíbulo mediante sutura. El tejido labial que queda expuesto reparará por segunda intención. Con el mismo objetivo se usa una técnica que incluye injertos de piel. Con la meta de evitar inconvenientes de fibrosis y de cicatrización asociados al procedimiento. En primera instancia se debe preparar una férula de contención postquirúrgica, durante la intervención primero se va a tomar un injerto de piel que se logra de la zona lateral del muslo normalmente, la que ha de ser de poco grosor para evitar su contracción. El injerto se conserva envuelto en una gasa con suero fisiológico. Entonces se realiza una incisión en la cresta alveolar y se eleva solo la parte mucosa, se desinsertan los músculos milohioideos y genioglosos y de determina una nueva situación de los vestíbulos labial y lingual. Para finalizar se se fija el injerto de piel inmovilizándose por 7 a diez días con la férula preformada y cerclajes perimandibulares. La técnica con injertos de mucosa palatina tiene la misma función que la de los injertos de piel parcial, más tiene mejor reproducción del tejido del área receptora y la toma de injerto es más simple por lo que se prefiere en pacientes con enfermedades sistémicas y cuando la cantidad de tejido que se precisa es menor. El injerto se toma desde el paladar a 3-4 mm del margen gingival evitando pliegues y arterias, puede lograrse manualmente o por medio de un instrumento especializado llamado mucotoma. Primero se realiza una incisión en la cresta alveolar y se separa el tejido mucoso reposicionadlo en una situación más profunda, entonces logra el injerto y se posiciona en la zona receptora que es la que quedó descubierta. La herida de la zona donante reparará por segunda intención.