Ya antes de abrir otra lata de su soda preferida, posiblemente desee detenerse y meditar en el daño que está ocasionando a sus dientes.
Los azúcares en las sodas interaccionan con las bacterias en la boca para formar ácido. Este ácido ataca los dientes. Añada eso a los ácidos que por norma general poseen las gaseosas regulares y sin azúcar y está empezando una reacción perjudicial que dura más o menos veinte minutos. Si las toma todo el día, sus dientes están bajo ataque incesante.
Para darle una idea de la cantidad de ácido y azúcar que poseen ciertas de sus sodas preferidas, tenga presente los próximos números:
- Battery Acid: acidez de 6,0 cucharadita azúcar
- Pepsi: acidez de 4,598 cucharaditas. azúcar
- Pepper: acidez de 4, 95 cucharaditas azúcar
- Mountain Dew: acidez de 3.711 cucharaditas azúcar
- Diet Coke: acidez de 3,60 cucharadita azúcar
- Gatorade: acidez de 4, 33 cucharaditas azúcar
- Sprite: acidez de 3,690 cucharadita azúcar
- Barq´s: acidez de 2.4107 cucharaditas azúcar
Los refrescos brotan como una de las fuentes más esenciales para las picaduras de dientes, afectando a gente de todas y cada una de las edades.
Tanto los ácidos como los azúcares ácidos procedentes de estas bebidas desgastan el esmalte bucal, contribuyendo a la capacitación de la caries.
Efectos de las bebidas gasificadas en sus dientes
El consumo de sodas conduce a dos problemas médicos bucal importantes: erosión y caries.
- Erosión: los ácidos que resultan de tomar sodas desgastan el esmalte bucal. Esta capa delgada y más externa de sus dientes los resguarda del uso diario, como masticar, morder y desmenuzar. Cuando se desgasta el esmalte, se expone la capa de dentina sensible que está debajo, lo que hace que el diente sea más susceptible a daños (incluyendo la caries). Asimismo puede provocar dolor y sensibilidad en los dientes. La erosión es un inconveniente bucal grave pues el esmalte bucal no se regenera.
- Caries: el consumo de sodas es una de las primordiales causas de caries. La soda es una triple amenaza para los dientes. Aparte del debilitamiento del esmalte bucal, la carbonatación, el azúcar y los ácidos estimulan el desarrollo de bacterias en la boca y en los dientes, los que favorecen a las caries.
Reduzca el daño a los dientes por las sodas
- Salvo que tenga una fuerza de voluntad sobrehumana, abandonar a las sodas por siempre no es una solución viable. No obstante, hay medidas que puede tomar para reducir el peligro de daños en los dientes.
- No tome todo el día: la exposición incesante a los azúcares y ácidos en las sodas quiere decir que su boca no puede restituir su equilibrio natural de pH.
- Reduzca la exposición directa a las sodas: cuanto más veloz tome, menos tiempo tienen los azúcares y los ácidos para dañar sus dientes. Asimismo puede tomar con una paja que lleva la soda a la parte trasera de la boca.
- Enjuáguese la boca con agua: enjuagar su boca con un tanto de agua tras tomar una soda va a ayudar a suprimir los azúcares y ácidos sobrantes, y evitará que ataquen sus dientes.
- Espere ya antes de cepillarse: pese a lo que pueda meditar, cepillarse los dientes justo después de tomar una soda no es una gran idea. Eso es pues la fricción contra los dientes frágiles y últimamente atacados con ácido puede hacer más daño que bien. Espere una hora ya antes de cepillarse.
- Evite las sodas ya antes de acostarse: no solo probablemente el azúcar lo sostenga despierto, sino el azúcar y el ácido van a tener toda la noche para agredir a sus dientes.
- Tome las sodas así como alimentos: tome una soda así como una comida, cuando hay mucha saliva presente para desarticular el ácido.
- Hágase chequeos y limpiezas bucales con regularidad: su dentista puede advertir cualquier inconveniente antes que empeore. Una limpieza bucal profesional suprimirá la acumulación de placa y bacterias que fomentan la caries.
Nosotros tomamos más y más
El consumo de estas bebidas en los E.U. ha aumentado dramáticamente en todos y cada uno de los conjuntos demográficos, en especial entre pequeños y adolescentes. El inconveniente es tan grave que las autoridades de salud, como la Academia Americana de Pediatras, han empezado una campaña de alarma sobre los posibles daños.
¿Cuántos estudiantes toman refrescos? Se estima un rango entre uno de cada dos hasta más de 4 en todos y cada 5 estudiantes que consumen cuando menos un refresco al día. Por lo menos uno de 5 pequeños consumen mínimo de cuatro bebidas al día.
Ciertos adolescentes toman hasta 13 refrescos por día.
Los refrescos de tamaño familiar empeoran el inconveniente. De sesenta y cinco onzas (200ml aprox.) en los años cincuenta, el refresco habitual ha crecido arriba de veinte onzas (600ml aprox.) en los noventa.
Los pequeños y adolescentes no son los únicos bajo riesgo. El consumo en un largo plazo de refrescos tiene un efecto amontonado en el esmalte de los dientes. En la medida que la gente vive por más tiempo, hay más probabilidad de tener inconvenientes.
Resguardemos los dientes
Para reducir el daño a los dientes, reduce el número de veces que consumimos comestibles y bebidas azucaradas a lo largo del día.
- Evita picar por el hecho de que no dejamos que la boca se recupere de los golpes de azúcar
- Si eres de los que debe tomar cosas como Coca-Cola, hazlo con el alimento y jamás a «buchitos» a lo largo de todo el día
- Cepíllate los dientes un par de veces al día con una pasta con fluoruro
- Usa pajas para tomar para eludir el contacto con los dientes y si bien no lo creas ¡hay que eludir utilizar pajas de plástico! (Esto ya os lo vamos a contar en otro artículo)
- Para los pequeños, cuyo esmalte es más delgado, solo la leche y el agua son bebidas seguras entre comidas